martes, 15 de enero de 2013
Despertamos.

El descanso había sido muy intranquilo, con pesadillas que nos asaltaron a todos y que nos impidieron recuperar al máximo nuestra fortaleza ante las terribles pruebas que aún nos aguardaban. Decidimos emplear algo de tiempo en inspeccionar las columnas que tantos problemas nos dieron contra los norkers y los enigmas de Cyric, pero seguían inactivas, aunque el aura de maldad que emanaba de ellas hacía que no nos apeteciera demasiado acercarnos mucho a ellas...


También exploramos la habitación contigua al círculo de runas en la que no habíamos entrado, pero lo único que encontramos de utilidad fue un saco con un ónice y una gema de cuarzo que parecían tener valor y que tasaríamos de vuelta al salón... si es que volvíamos, claro.

Así que nos dispusimos a explorar el círculo de teleportación. Enseguida nos dimos cuenta que el círculo era demasiado pequeño para transportarnos a los cinco a la vez, pero por suerte Earsel había aprendido el funcionamiento de estos cacharros y podía activar el transporte estando en las inmediaciones del círculo. Pero antes, Earsel se me acercó y me preguntó quién era Bedaran y por qué no había dicho nada hasta ahora sobre él. No había tiempo para muchas explicaciones, así que lo único que les dije a todos es que Bedaran es mi padre adoptivo, ya que nunca conocí a mi padre biológico, pero que he perdido contacto con él y necesito encontrarlo, y que ese fue uno de los motivos de que empezase la vida de aventurero.

El tono se había puesto muy serio y no quería que mis compañeros empezaran a pensar en esos temas y se descentraran de nuestra misión actual, así que le comenté a Earsel y a Lilith que si se enjabonaban la una a la otra y me dejaban mirar, les diría lo que quisieran... pero lo que me llevé fue una colleja mágica con la mano de mago de Earsel.

Así que, dicho lo cual, nos dispusimos en posición defensiva y... ¡saltamos al siguiente nivel!

Lo primero que vimos tras otro parpadeo, fue una estancia distinta a la anterior, nos rodeaban cuatro columnas, que por suerte no parecían puñeteras, y un pasillo más adelante a la derecha y unas puertas metálicas justo frente a nosotros. Empecé a aguzar el oído y escuché unos pesados pasos que parecían venir de más allá del pasillo.

Como el sigilo es mi fuerte y no precisamente el de mis compañeros, decidí adelantarme y explorar el pasillo, que giraba a la izquierda más adelante. Los pasos se oían mucho más cerca y tras echar un vistazo por la esquina me encontré con un enorme gigante guardian de bronce que parecía estar patrullando y se dirigía hacia mí.



Por suerte no me había visto, así que me giré para volver con mis compañeros y advertirles del inminente peligro, pero para mi sorpresa, Lilith ya estaba detrás de mí... había llegado hasta mi posición sin que yo me enterase... vaya, estaba al la vez impresionado y fastidiado.

Por desgracia mi plan se fue al traste cuando ví como Ian llegaba como un elefante en una cacharrería haciendo un ruido espantoso al andar con su armadura y gritando "¡¡Ya voy compañeros!!".... ¬¬

Por supuesto, el guardián de bronce, nuestros enemigos, y hasta su tía la del pueblo nos habían oído, así que nos dispusimos para combatir. Preparamos nuestras armas esperando a que el guardian girara el recodo del pasillo y soltarle nuestros ataques entonces, pero teníamos el punto de mira algo desviado, porque sólo Earsel consiguió acertar. El contraataque del monstruo de bronce fue brutal y cargó, pasando por encima de Lilith e Ian, a los que arrollo como a peleles.

De pronto las puertas dobles metálicas se abrieron y aparecieron un norker y un enigma de Cyric por nuestro lateral. Y comenzó la refriega de verdad. Earsel hizo aparecer a Fluffy, mientras el guardian se encaraba con Lilith, Andrew e Ian.


Unos cuantos rayos, flechas, golpes y maldiciones después, Fluffy acabó con el enigma de Cyric que nos amenazaba, no sin antes haberle debilitado yo de un disparo especialmente certero. Earsel acabó con el norker, mientras Lilith estaba conteniendo ella sola los poderes del guardian para evitar que avanzara más.

Así que en ese punto, atacamos en masa al guardian, que aguantaba una y otra de nuestras acometidas. Pero por detrás del guardian aparecieron dos enemigos más, otro norker y un enigma de Cyric. En ese punto Fluffy hizo un efecto extraño, casi húmedo... luego Earsel nos explicaría que a veces su bola de fuego cae en un estado mágico llamado Khok-a-khol-a, por el que parece por unos instantes volverse como de un líquido marrón oscuro y húmedo.

Tras unos cuantos asaltos más, hice honor a mi apodo de rematador, acabando con el guardian de una flecha que lo hizo mil pedazos y baño todo el pasillo de cachitos de bronce. Así que ya sólo quedaba el norker y el enigma de Cyric, que acabaron visitando a sus dioses con un ataque de Lilith y otro mío.

Parecía que todo había acabado en este nivel, así que nos dispusimos a explorarlo, y empezamos por la estancia de las puertas metálicas, que era una especie de laboratorio lleno de frascos alquímicos, y en el que destacaba poderosamente una especie de urna llena de un extraño líquido transparente en la que reposaba una cabeza de guardian de bronce, de la que salían tubos, que se perdían en la base de la urna.

Tras una breve inspección Earsel y Lilith llegan a la conclusión de que este es el mecanismo que permitía controlar los guardianes desde una sola localización, en vez de usar los medallones de control, como el que le habíamos visto a Oronthor.

Y en este punto se produjo un desacuerdo entre nosotros, ya que Andrew no quería destruir esa urna por miedo a alertar a Paldemar, pero los demás veíamos muy peligroso dejarla intacta, y por otro lado asumíamos que Paldemar ya era consciente de nuestra presencia...

Al final el clérigo atlético y algo anoréxico perdió la discusión, pero antes decidimos explorar por completo el nivel, y descubrimos una especie de biblioteca, pero con la extraña peculiaridad que todos los libros parecían estar en blanco. Llegamos a la conclusión de que sólo un seguidor de Cyric podría leerlos, y que sería un mecanismo de seguridad.

Otra de las puertas parecía estar cerrada con llave, así que fue nuestra maga ladrona la que con gran facilidad la abrió, pero dentro no había nada, y parecía usarse sólo como prisión.

Pero la que resultó más interesante fue la última estancia, en la que encontramos otro círculo lleno de runas, pero parecían estar trazadas con tiza y polvo de plata. Lo extraño es que ni Earsel ni Lilith sabían lo que era. Fue esta vez Andrew quien dijo que era un círculo demoníaco de invocación que conectaba con el Abismo y que percibía que había sido utilizado hacía poco para traer a algún tipo de demonio a este plano de existencia.

Al estar hecho de tiza empezamos a borrarlo, pero no habíamos casi empezado cuando un diablillo se manifestó ante nosotros y nos atacó por sorpresa. Parecía que hubiera estado oculto todo este tiempo y sólo cuando hemos empezado a borrar el círculo hubiera decidido defenderlo.


Pero el pobre bicho no tenía la menor oportunidad contra los cinco, y tras ataques de Earsel, Lilith y míos, es Ian quien acaba con su existencia en este plano, y terminanos de borrar el círculo de invocación por completo.

Ya sólo quedaba el asuntillo de la urna, así que decidimos poner en marcha un plan: Ian y yo cerraremos las puertas mientras Earsel lanza un proyectil mágico, para evitar las posibles consecuencias ( temidas por Andrew ) de destrozar esa urna, con Lilith y el propio Andrew a una distancia prudencial.

Peroooo... ejem, no tuvimos en cuenta que la urna era relativamente resistente, así que tuvimos que repetir la maniobra... unas 8 veces ( vez arriba vez abajo ), y tras la última oímos una potente explosión tras las puertas metálicas, que hizo que a Ian y a mí nos costara contenerlas.

Cuando abrimos las puertas un líquido blancuzco/marrón/amarillentomirayoquesé que por lo visto se llama ocre, bañaba el suelo del laboratorio alquímico y todas las probetas estaban destrozadas. La que hemos liado.

Cuando estábamos entrando, una especie de forma espectral se apareció en el aire. Y lo supimos. Teníamos delante nuestro a nuestro gran enemigo, aquel a quien debíamos derrotar, el causante de todos los males en este lugar, el creador del caos, el autor de los raptos de los humanos esclavizados, aquel que quería todo el poder para sí: Paldemar.

¿ Y cómo os preguntaréis, cómo supimos aquello, como reconocimos a nuestro enemigo instantáneamente, sin haberlo visto jamás, ni habernos cruzado nunca con él?

Muy sencillo, porque..............ERA GUAPÏSIMO EL CABRÓN.


Tras mirarnos fijamente a cada uno de nosotros, sólo dijo una frase: "Moriréis lentamente por esto" y la imagen se desvaneció en el aire...

Continuará...

Kanon el Fidedignorker

2 comentarios:

Unknown dijo...

esas skills de Photoshop! ^^

Kanon Tylneren dijo...

Jajjj, fíjate tú, un par de capas en 10 minutos y no demasiado cuidado... X-D

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