jueves, 5 de mayo de 2011
Tras la escaramuza con los kobolds en el exterior de la cueva, al sur de Refugio Invernal ( en la que volví a demostrar una vez más mi incuestionable contribución al grupo ), decidimos encaminarnos hacia la abertura de la cueva para intentar encontrar al responsable de los ataques, Diente de Hierro.

Sigilosamente nos acercamos a la entrada de la gruta, pero en ese momento, mis aguzados sentidos escucharon algo: lo que parecían ser unos leves gemidos procedentes de la parte lateral de la cascada.
"No lo oís?"- les pregunté a mis camaradas. "Pues va a ser que no" - me comentaron. Siempre se me olvida que mis capacidades de percepción son infinitamente superiores a las suyas.

Nos acercamos a la fuente de los gemidos, y lo que vimos nos sorprendió: allí en medio de la espesura, nos encontramos a dos personas, una elfa y un humano, atados y amordazados, y parecían en bastante mal estado, como si les hubiesen dado una somanta de ostias.

Tras desatarles, les atendimos y les ayudamos a llegar al río para que se refrescaran y tomaran un respiro.
"Quienes sois?""Y qué hacíais atados y amordazados?"

El humano respondió que se llamaba Andrew Nomeheapuntadoelapellidoynomeacuerdo y que era un clérigo de Kélemvor. La elfa por su parte se llamaba Earsel Tampocomeacuerdodelputoapellidoporquetampocoloheapuntado, y era una maga. Ambos habían sido atacados por sorpresa por una partida de kobolds que los había hecho prisioneros. Tras recuperar sus pertenencias, descubrimos que ambos buscaban lo mismo que nosotros: a Diente de Hierro. Así que ya que seis espadas pueden más que cuatro, forjamos una rápida alianza hasta acabar con Diente de Hierro, y después ya habría tiempo de mayores presentaciones ( aunque a Astaroth por alguna razón se le olvidó su nombre, y volvió a presentarse como un tal Oswaldo... ). Además, Astaroth fue el único que no parecía fiarse demasiado de los recién llegados, y empezó a hacer cosas con los dedos...

Todos nos dirigimos a la cueva, pero en ese momento Dótar dijo "uy si yo tengo cosas que hacer!", y por alguna razón se quedó en el exterior de la cueva (¿?).

Antes de dirigirnos sigilosamente hacia la cueva de nuevo, Astaroth hizo un comentario sobre no fiarse de ellos que me obligó a cargar mi arco y apuntarle en toda la cabeza, pero al coger la flecha se me resbaló y me disparé en el pie... por suerte me atravesó la bota sin mayores consecuencias para mis deditos.

Al entrar en la cueva, oímos el movimiento de los kobolds, y un vistazo nos rebeló que la cueva estaba infestada de esas repugnantes criaturas. Teniendo claro que se iba a liar pardala, decidí dar el primer golpe, demostrando una vez más mi capacidad de liderazgo.

 Con el primer flechazo abatí a uno de los kobolds ( le clavé una flecha en tol melón ), lo que puso en alerta a todos los demás, y que dió comienzo a la refriega.
Intentaré hacer una crónica lo más exacta de la heróica hazaña que siguió a ese primer disparo, y que fue conocida durante muchos años después como "La Batalla de la Cueva de Diente de Hierro".

Lo primero que debo mencionar es que nuestros dos recién llegados se desenvolvían bastante bien, Earsel disparando bolas de fuego, y Andrew usando sus poderes divinos ( que nada tienen que ver con falditas y estampados ).

Todo lo contrario que Cuernecitos, que a las primeras de cambio e intentando cargar contra los kobolds, se tropezó con una piedra del lateral de la cueva y se tragó los piños contra la pared...

En ese momento fue cuando por razones totalmente ajenas a mi gran habilidad con el arco, los enemigos se negaban a morirse ante mis flechazos, y las flechas se clavaban en las paredes por alguna misteriosa razón...

A la vez, Cuernecitos, entre ostia va y ostia viene con su daga, no hacía más que gritar al aire "PUES YO TODAVÍA NO ME FÍO DE ELLOS!!", refiriéndose a Andrew y Earsel, lo que más adelante le valdría el sobrenombre del "Discrepador" ( no tan popular como Cuernecitos, claro ).

Lilith, por su parte, seguía con su política habitual en las peleas... ya sabeis, hay gente que derrota a sus enemigos, gente que los atraviesa... y luego está Lilith que los parte por la mitad.

A la vez, también decidió motivar a Earsel en medio del combate con un gutural grito de "VAMOS, COÑO, HAZ COSAS DE ESAS DE MAGO!!".

Como veis, dialogamos bastante durante este épico combate.

Tras esto se produjo un hecho curioso, y fue el que el único enemigo que abatió Earsel en todo el combate, no cayó por sus poderes mágicos, ni por sus trucos o hechizos... cayó por un bastonazo dado con toda su mala leche que le juntó la cabeza con los hombros.

Este fue el momento del combate en que nos pusimos más salvajes, ya que Cuernecitos recibió una lanza en las costillas que le hizo cogerse un buen mosqueo, y no se le ocurrió otra cosa que sacársela, y empuñándola con todas sus fuerzas, se la metió por el gaznate a uno de los kobolds, mientras Lilith literalmente partía en dos a otro kobold de un espadazo, poniendo todo el suelo perdido de intestinos con un sonoro "Splotch!"...

Los enemigos decidieron reagruparse en ese momento, haciendo un divertido ruido con los pies al pisar el terreno de la cueva ( algo así como si pisaran patitos de goma ¿¿?? ).

En este impass, Earsel y Andrew se dedicaron a tirarse piropos uno a otro en medio del combate, gran momento para hacerlo ( como veis, en este combate hubo más diálogo que en resto de nuestra aventura junta ).

Andrew aprovechó para usar un poder chachi con Astaroth y curarle casi por completo, lo que es muy interesante de saber de cara a combates futuros. ( mola ese poder, oigan ). Y por fin, tras estas jornadas que llevamos juntos, le encontramos un buen mote a Lilith, que desde este momento queda bautizada como "Señorita de la Guerra".

El combate volvió a endurecerse cuando por fín apareció aquel al que le teníamos ganillas: Diente de Hierro ( al que Cuernecitos se empeñaba en llamar Diente de Oro ). Ví como tres nuevos enemigos ( incluyendo a Dientecito ) se aproximaban y dí buena cuenta de uno de ellos con mi arco, mientras Earsel le lanzaba un petardo ( porque no se puede considerar de otra forma semejante pufo ) a otro de ellos.
En ese momento, uno de los recién llegados, con aspecto de Sacerdote, se puso a cantar una canción de los Chichos de la Puebla, que pareció dar nuevas energías a los kobolds restantes que quedaban en pie. Estaba claro: había que acabar con ese cabrón.

Por fín Cuernecitos decide hacer algo útil, y usa un poder llamado Bombardeo Cegador y se carga a un puñado de enemigos ( y digo yo que si tenía ese poder desde el principio por qué coño no lo ha usado hasta ahora ).

Yo decidí seguir haciendo lo que mejor se me da: mellar las paredes a flechazos. Lilith también, así que se puso a abollar cascos de kobold ( con el kobold dentro ). Incluso Andrew, que se dedicó a extirpar pulmones de kobold por el método de atravesamiento por lanza de luz.

En ese momento me giré, y me encontré con Diente de Hierro cara a cara, empuñé mi arco para dispararle, pero todo lo que recuerdo es un estallido de dolor tras el meco que me dió y que me hizo acordarme de la puta madre Goblin que le parió, así que decidí usar mi poder más mortal ( no, no es enseñar el elefantito ), Dividir el Arbol, tras lo cual hice caer a uno de los kobolds, aunque el otro permaneció en pie.

Lilith entonces sorprendió a Diente de Hierro, al teleportarse frente a él y darle una buena guaya. Andrew pasó cagando leches por delante de un enemigo canturreando algo del Fary con lo que el kobold desconcertado y enfurecido no pudo acertarle.

En ese momento ocurrió algo muy extraño, casi místico, como si estuviésemos poseídos por alguna fuerza maligna y demoníaca, ya que el combate se paró y empezamos todos a discutir sobre colores y gamas cromáticas ¿¿¿¿¿¿¿?????? Por si esto fuera poco, y además del empeño de Astaroth por llamar Diente de Oro a Diente de Hierro, Earsel obtuvo una depilación de cejas gratuita de parte del aliento de fuego del sacerdote kobold.

Andrew y Cuernecitos decidieron apalear vilmente a dos kobolds de los mierdecillas, supongo que como venganza por tanta tocada de cojones. Tras esto Astaroth de irguió y con voz majestuosa y tronante dijo en voz alta: "TODOS ATENTOS! VOY A HACER UNA COSA!".

Evidentemente todos pasamos de él, claro. Y aquí ocurrió el hecho más triste de toda la batalla y es que el hijolagranputadel sacerdote me lanzó dos bolas de fuego que consecutivamente me dejaron sin mi hermosa cabellera y después mi frondosa mata de pelo rizado del pecho ( con lo que mi coeficiente de atractivo Gaylord ha aumentado ).

El combate empezo a ponerse crítico cuando Lilith, tras recibir ostia tras ostia de Dientecitos, cayó inconsciente al suelo. Decidí vengarla estrellando un par de flechas más en la pared de la cueva.
Y como toda batalla épica tiene un final épico, fue finalmente Astaroth quién acabó con Diente de Hierro... de un cantazo en todo el melón con su honda ( lo que tiene narices, tras meternos con él por pasarse la vida usando la honda en vez de la daga ). Vale, o sea, que le tiramos bolas de fuego, lanzas de luz, espadazos, flechas, etc, para que al final le matemos de una pedrada?........

Tras la batalla, examinamos cuidadosamente a Diente de Hierro, y descubrimos que llevaba en su poder una llave ( que abrió el cofre más majo que las pesetas de la esquina de la cueva ), y un mensaje de un tal Kalarel ( otro más que se une a la fiesta ), que venía a decir que se va a abrir una grieta y que todos en Refugio Invernal se van a hacer caquitas cuando eso pase, y que violarán a sus caballos y montarán a sus mujeres.

El día acaba con Astaroth encontrando una armadura chachi, y con la promesa de que esto no se ha acabado...

Pero eso, será otro día.

-Kanon-

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