domingo, 18 de diciembre de 2011

Tras el descanso ( que nos vino de vicio para recuperarnos de la batalla contra los Hobgoblins ), decidimos ponernos en marcha, sintiendo en nuestras can-nes, que lo que quiera que nos aguardara en lo profundo de esta fortaleza, estaba ya muy cerca.

Antes de ponernos en marcha, y sin motivo aparente, Andrew decidió compartir con nosotros que en honor a la verdad, era un hombre muy dotado ( no tuvimos muy claro el por qué de esta confesión en este momento, quizá ante lo que nos esperaba, quería que el mundo lo supiera por si él no sobrevivía ). Quién sabe, quizá en el futuro le acaben llamando Andrew el Clérigo Muymacho...


En fín, tras esto él y yo tuvimos una pequeña discusión sobre el orden de la marcha, ya que no teníamos muy claro quien la tenía mas gorda... la armadura para recibir golpes, claro. Mientras, Earsel consultaba su libro de conjuros para saber si se vendía droga en este dungeon... ¿? Lilith se cansó de ver cómo discutíamos y decidió pegarle una patada a la puerta doble ante la que estábamos, lo que hizo que nos centráramos en lo que habíamos venido a hacer: operar quirúrgicamente las cabezas de los hobgblins a golpes.

Entramos en la estancia con precaución, y vimos a un lado de la misma un buen montón de cajas apiladas, de las que salía todo tipo de mercancías en bastante poco apetecible estado: manzanas podridas, carne podrida, pescado podrido...momento en el cual Lilith se puso a canturrear una extraña canción eladrín llamada Cilith Vang ( que traducido del élfico quiere decir "limpiador que tiene poder" ).

En ese momento comencé a escuchar voces en hobgoblin tras la puerta que vimos frente a nosotros. Aunque no entiendo ni papa de goblin y a mis oídos parecían sólo gruñidos y eructos, me pareció entender como una voz más grave, daba órdenes, y al menos otras seis voces respondían. Lilith no parecía dispuesta a esperar durante la jornada de hoy, y de otra patada, arrancó la puerta de sus goznes, y se reveló ante nosotros otro pasillo, con una especie de estancia al final del mismo.

Por cierto, en ese momento caí en la cuenta del origen de la palabra hobgloblin ( viene de jó-qué.goblin / jó-goblin / hobgoblin ). A lo que iba: descubrimos en la estancia un buen puñado de enemigos hobbys ( me canso de decir hobgoblin, es muy incómodo de escribir ). Por lo que vimos y pudimos investigar después, parecía una especie de sala de juegos o de descanso en la que los hobbys jugaban a un juego ancestral y del que he oído hablar en leyendas, llamado Rhol, en el que llevan personajes ficticios, y simulan vivir otra vida en un extraño mundo con máquinas, corrupción política a tutiplén, y que tienen algo llamado "trabajos basura", al que tienen que ir casi todos los días, en vez de vivir como dios manda, explorando y buscando la gloria.



¡ Comienza el combate ! Encontramos a un arquero, un brujo y varios guerreros hobbys. Lilith se llevó prácticamente todo el daño inicial del ataque de nuestros enemigos, hasta el punto de que los ataques combinados de todos ellos la dejaron inconsciente a las primeras de cambio. Earsel decidió sacar a nuestro querido y bienamado Fluffy para empezar a repartir estopa medieval ardiente, colocándolo en medio de dos de los guerreros para empezar a causar daños ( y digo empezar, porque ya sabemos que lo de Fluffy es matar por desgaste... ). Los poderes mágicos sanadores de Andrew hacen que Lilith vuelva a ponerse en pie, lo que hace que ésta, desafiante, lance un alarido contra el hobby más cercano: "¡¡¡Te voy a calzar la ostia de tu vida!!!"... pero falló estrepitosamente y estampó la espada en el suelo.

En el inicio del combate desde luego nuestro Diox Mámaster ( al único al que respeto, aunque no sigo ), no estuvo con nosotros, porque sacó otro veint... digooo, el hobby arquero volvió a atacar a Lilith, dejándola maltrecha de nuevo. En ese momento Andrew corroboró lo que ya sospechábamos todos: que tiene raíces catal`hinas ( y ya sabemos lo agarraos que son los catal´hanes ), al dudar si curar a Lilith porque "oye, yo es que no te veo tan mal" "Pero si me estoy desangrando mamón", contestó Lilith.

Este momento de distracción fue lo que necesitaron dos de los hobbys guerreros para calzarle dos ostias al unísono a Lilith, que volvió a caer como un saco de patatas al suelo. Por fín pude actuar, y avanzando le clavé profundamente una flecha a uno de los guerreros, que soltó un sonoro alarido. Y claro, éramos pocos y parió la abuela: aparecieron dos hobbys más detrás de nosotros. Andrew por fín curó a Lilith y esta se levantó con su clásica cara de "os vais a cagar". Pero todavía no habíamos visto todo: el brujo hobby lanzó en ese momento una especie de muro de fuerza mágica, que nos lanzó a todos al suelo, salvo Lilith, a la que salvó su resistencia. Bueno, eso, y el cabreo que tenía a estas alturas.

Y a partir de aquí empezó la masacre: apunté a la cabeza de uno de los guerreros ya tocados y se la ensarté, de tal forma que el cerebro salió disparado y se clavó en la pared junto con la flecha. Por su parte Fluffy incineró a otro de los hobbys, mientras Andrew daba buena cuenta de otro más. Con tres bajas, el mago soltó todo su arsenal contra Lilith, que volvió a quedar maltrecha ( estaba claro que este mago tenía algo contra los señores de la guerra ). Decidí girarme y acabar con los dos hobbys que habían aparecido detrás nuestro, para evitar que nos rodearan ( este fue el momento de la historia en que mis compañeros me pusieron el mítico apodo de Kanon el Rematador, nombre con el que pasaría la posteridad ).

Lilith le soltó un tajo con su espada al mago que ( de forma completamente accidental y sin malicia, claro ), hizo que su cabeza, junto con parte de su tronco y el brazo, pasaran a formar parte de la decoración del suelo. Viendo la batalla perdida, uno de los hobbys, que no parecía demasiado amenazador, se colocó detrás de su compañero guerrero, para ver si arrimaba la cebolleta una última vez.

Andrew decidió sorprendernos de nuevo con sus innatas habilidades atléticas, subiendo de un salto a la mesa más cercana de la estancia. Los dos últimos hobbys caen con dos ataques devastadores ( uno mío y otro de Earsel ). De hecho, Earsel literalmente desintegra con un rayo ígneo a uno de ellos, dejando una pila de cenizas humeantes en su lugar.

Tras una pequeña exploración encontramos unas cuantas monedas de oro y plata, pero extrañamente no nos sentimos más fuertes, pese a que todos notamos como nuestras habilidades habían aumentado... ( ese nivel 4 de moda ). Tras esta escaramuza con los hobgoblins ( ahora sí lo digo porque es la última vez, toma ), nuestro camino estaba claro. Bueno, más bien oscuro, porque decidimos adentrarnos en... ¡ el pasillo oscuro ! ( dígase con voz de gañán ).


Earsel iluminó el corredor cuando empezábamos a quedarnos sin luz, con su hechizo de "adelhantegadgetoluz". Poco a poco, llegamos a una cámara, en la que encontramos un pasillo que surgía de la pared oeste, y una puerta doble cerrada al sur. Decidimos explorar el pasillo oeste, sólo para encontrar un misterio: una puerta doble cerrada, con un cartel en común que decía "cerrado". Intentamos abrir la puerta, pero parecía trabada con algún complicado sistema de protección, ya que por más que quisimos abrirla, no fuimos capaces. Hasta que Earsel cogió el pomo y la abrió tirando suavemente hacia ella. "Se abre hacia fuera gañanes, no hacia dentro..." Tócate los güevos con la maga. Ahora resulta que es la experta en abrir cerraduras del grupo.

Preparados para todo, entramos, sólo para encontrar otro pasillo. Pero observamos algo extraño. Toda esta zona parecía curiosamente limpia. Ni una mota de polvo, ni una gota de sangre, ni un resto de suciedad... nada. O aquí habitaban las chachas hobgoblin de la fortaleza, o aquí pasaba algo raro. Vimos que el final del pasillo giraba a la izquierda. Al girar vimos otra puerta doble más. Qué raro...todo seguía estando extrañamente limpio. Tras pasar la puerta, vislumbramos que el pasillo de bifurcaba a derecha e izquierda.

Cuando llegamos al cruce, Andrew vio algo raro. A nuestra izquierda había una hornacina ( oquedad-cavidad-agujero-hoyo-bujero ) que contenía una especie de...¡cieno! El cieno empezó a removerse y salió de la hornacina para formar una especie de cubo gigantesco gelatinoso y transparente, que empezó a avanzar hacia nosotros. Lilith, que tenía una aversión natural a estos bichos, empezó a hacerse caquitas encima.



Andrew gritó "vamos a atacarle ya!!", pero no calculó muy bien ( quizá por la poca luz reinante ) y se esmorró contra la pared de forma poco elegante. Avancé inmediatamente. Por experiencias anteriores, sé como las gastan estos bichos, así que le solté todo lo que tenía, aunque no con el resultado esperado. Earsel también avanzó pero con el mismo resultado. Lilith, intentando sobreponerse al pánico, sacó la ballesta porque ni de coña se iba a acercar a esa cosa. En ese momento el cubo actuó: atrapó a Earsel, que fue absorbida al interior del cubo, y vimos como el cubo empezaba a digerirla, quemándola con el ácido de su interior. Andrew, Lilith y yo seguimos atacando, pero el cubo era muy resistente. El cubo decidió ir a por mí, y con un ataque de su tentáculo consiguió inmovilizarme ( oh, oh... ).

Earsel debatiéndose, consiguió liberarse de milagro y salir del interior del cubo, aunque esto no pareció molestar mucho a la criatura, que avanzó para cazar a otra presa mucho más sencilla: a mí ( estando inmovilizado, era fácil ). No puedo hacer una descripción de lo que es estar dentro del cubo y además inmovilizado, pero conseguí sobreponerme al pánico y romper la inmovilización. Ahora sólo quedaba salir del cubo. Conmigo en su interior, el cubo se giró para seguir atacando e inmovilizando a mis compañeros. Poco a poco, los ataques de mis compañeros, empezaron a hacer mella en el cubo, que perdía fragmentos y se iba haciendo más pequeño, pero aún quedaba mucho para vencerle. En su huída, ya que no querían acercarse a la criatura, Andrew llegó a una estancia a través del pasillo de la derecha, en la que por el rabillo del ojo vio dos sarcófagos. Pero no era momento de preocuparse de ellos.

Seguía intentando liberarme, y con paciencia, empecé a aprender cómo moverme dentro del cubo, para al final conseguir salir. Tenía un poco chamuscada por el ácido la ropa y el pelo ( MIERDA! AHORA QUE ME ESTABA CRECIENDO, COÑO! ), pero parecía que yo había salido con mucha más facilidad de dentro que mi compañera elfa. Tenía que decidir: o seguíamos peleando y me arriesgaba a que engullera a otro compañero o... dejaba que me engullera otra vez, dado que parecía que yo era quien tenía más posibilidades de liberarse estando dentro. Tomé la decisión, y me quedé en el sitio, usando una curación para estar mejor preparado. Andrew vió mis intenciones y usó su faro de esperanza para curarme aún más, a la vez que dañaba un poco más a la criatura. Mi poder de ceder terreno me iba a venir bien ( seguramente por última vez en mi vida...jeje ), ya que el cubo volvió a intentar engullirme, pero falló por poco. Lilith y Andrew siguieron atacando al cubo, que seguía perdiendo masa y se le empezaba a ver oscilar erráticamente.

Por fin Lilith decidió que from lost to the river, y sobreponiéndose al ascazo que le daba el bicho gelatinoso, decidió usar su poder más mortal, cascándole el mayor ostión que he visto en mi vida, prácticamente partiendo por la mitad a la criatura ( crítico con un poder diario oiga ), a la vez que coordinaba los ataques de Earsel y Andrew a la vez con su poder de signora de la guerra. Otro proyectil mágico de Earsel hizo que el cubo flaqueara aún más. El fin del bicho estaba cerca. El cubo se volvió a lanzar contra mí, engulléndome de nuevo, pero esta vez estaba preparado. Usé el poder espcial de mi armadura mágica de resistir daño, y salvé el daño inicial por estar en las tripas del cubo. El cubo se giró hacia Lilith y consiguió inmovilizarla, mientras Andrew y Earsel seguían castigando a la criatura. Lilith consiguió librarse de la inmovilización, mientras yo seguía dentro aguantando para que no tragara a nadie más.

Y finalmente, como era de justicia, Lilith asestó el mandoble definitivo al cubo, que explotó en mil pedazos viscosos por el pasillo, liberándome. Cuando me levanté percibí la sonrisa en la cara de mis compañeros, y entonces me dí cuenta... vamos no me jodas, el ácido de la criatura había corroído mis mallas élficas ( que me salieron a muy buen precio, por cierto ) e iba con las posaderas al vent ( OTRA VEZ ). En fín, tendré que remendarlo como pueda en cuanto tenga un rato.

Tras recuperar el aliento, y aún con el susto en el cuerpo, nos dirigimos hacia la estancia de los dos sarcófagos. Nos dimos cuenta que eran exactamente iguales a los que encontramos en la cámara donde hallamos los amuletos de Selune, aunque por suerte ( y de momento ) parecían estar inactivos. A nuestra izquiera, había una puerta, así que, sin quitarle ojo a los sarcófagos, nos dirigimos a ella, pero, en cuanto abrimos la puerta, una explosión ensordecedora atronó a nuestra espalda, y vimos como las tumbas se abrían y estallaban en pedazos...

¿ a qué nuevo mal tendremos que enfrentarnos ahora ?

Kanon el Fidedigno Rematador.



sábado, 3 de diciembre de 2011
Diario de Andrew Wiggin
Quinto día de Marpenoth, 1479 DR
[continuación]

En ese momento, mientras discutíamos sobre el sistema digestivo de los Tiflin y las penurias que la dieta extranjera estaba causando en nuestro compañero, vimos 4 hobgoblins al otro lado de la puerta por la que habíamos entrado. A juzgar por los sonidos de la estancia contigua, no venían solos. Mientras Kanon disparaba por encima de nuestras cabezas, y Lilith se lanzaba a la batalla para proteger la entrada y poder bloquear el paso a nuestros enemigos, Earsel lanzó un rio de llamas de sus manos que calcinaron a varios de ellos, mientras oíamos un grito de dolor procedente de la estancia contigua. Una de las criaturas fue suficientemente afortunada para librarse de las llamas, y contraatacó golpeando a la maga.

Seguí a la Eladrin para contar con la ventaja táctica del cuello de botella que suponía la puerta. Entre los dos, podríamos contenerles mientras nuestros compañeros les atacaban a distancia. Así situado, pude oír como alguien se dirigía a uno de los hobgoblins, ordenándole retroceder mientras dos segadores aparecieron frente a nosotros, uno de ellos chamuscado por las llama de Earsel. Sin duda, las huestes de Shar son mas numerosas a medida que nos adentramos en la fortaleza. Mientras Lilith golpeaba al hobgoblin restante, un hechizo de hielo congelo a los esbirros de las sombras, mientras mi llama sagrada golpeaba al hobgoblin, y restañando ligeramente las heridas de nuestra maga. La furia de las llamas de Kélemvor debieron perjudicar la lucidez de la criatura, pues sacando una cuerda del cinto, empezó a hacer figuras en el aire con ella.

Un tercer segador ciego se nos acercó. De repente, una nueva orden gritada desde lejos hizo que los segadores que seguían congelados retrocediesen, y un hobgoblin con mayor envergadura y mejor pertrechado que el resto, sin duda quien estaba comandando a sus tropas, ensartó a Lilith con su lanza. Rápidamente, utilicé mis habilidades de sanador sobre ella, lo que aprovechó el otro hobgoblin para atacarme y el segador chamuscado para inmovilizarla. El lider hobgoblin desplazó a sus huestes y se recolocó para atacarme, mientras Kanon golpeaba al segador chamuscado. Lilith consiguió recuperar su movilidad, mientras la maga chamusca al caudillo con su explosión abrasadora.

En ese momento, viéndonos rodeados y con los enemigos ya en las estancia, intenté retroceder para poder usar mis llamas sagradas, pero uno de los segadores me siguió y consiguió inmovilizarme. De nuvo, el jefe hobgoblin recolocó a sus tropas, esta vez a dentro de la estancia, lo que obligó al semielfo a sacar sus espadas para despedazar a un hobgoblin y uno de los segadores. En ese momento, Lilith, a quien le empezaban a fallar las fuerzas, se increpó "va, coño, no te mueras", y sacando nuevas energías, golpeó al jefe y me desplazó de un empellón, mientras yo intentaba recuperar la movilidad. La señora de la guerra usó su paso feerico para que Kanon y ella rodeasen a uno de los segadores, zurrándole de lo lindo y despedazándole. Mientras Lilith y el semielfo perseguían al jefe, Earsel se recuperó de la inmovilidad provocada por el ataque de uno de los segadores, lanzando un proyectil mágico al jefe hobgoblin.

Aprovechando que me había quedado a salvo en la retaguardia, invoqué a Kélemvor para crear un faros e esperanza que curase a mis compañeros, para permitir que afrontasen el resto del combate en buenas condiciones. El caudilló asestó un mandoble a Lilith dejándola prácticamente inconsciente para intentar huir, pero mientras le perseguíamos la Eladrin, quien había recuperado la salud gracias a mis poderes curativos, lanzó una estocada ascendente que cortó armadura, músculo y huesos del hobgoblin, esparciendo sus entrañas por el suelo mientras caía derrotado.

Cansados y doloridos, arrojamos los cadáveres al pozo que había en el centro de la estancia y nos dirigimos a la estancia protegida por el rastrillo que habíamos encontrado antes a descansar. Una exploración de la zona nos confirmó que eran las dependencias del caudillo, desde donde había visto nuestra torpe aproximación anterior por una mirilla oculta. Según una inscripción en goblin sobre las puertas de la estancia, estas habitaciones eran llamadas Alcobas DelPardo. Allí encontramos 4 botellas de buen tinto, junto a unos planes de ataque a Refugio Invernal con unos pocos goblins y cientos de malditos muertos vivientes. Parece que nuestra intervención en el cementerio había desbaratado estos planes. Además, encontramos un buen montón de oro y una espada tocada por la magia.

Tras establecer unos turnos de guardia, nos dispusimos a descansar. Mientras escribo esto durante mi guardia, puedo sentir como la sensación ominosa que empezamos a notar en Refugio invernal hace tantas noches es cada vez más fuerte, mientras tengo la sensación de que se nos empieza a acabar el tiempo si queremos evitar que los cultistas liberen a Shadraxil.
viernes, 25 de noviembre de 2011

Los descansos eran cada día más intranquilos en los túneles y pasillos de las catacumbas de la Fortaleza del Páramo Sombrío. La pared Ilusoria sólo creaba una falsa sensación de seguridad frente a los horrores, los susurros y la pesadumbre que reinaba en todo el lugar. Compartieron un sencillo desayuno sin intercambiar demasiadas palabras hasta el momento en que todos sabían que debían encaminar sus pasos a la única escalera que aún no habían explorado y que suponían les llevarían más profundo en las catacumbas.

Las provisiones empezaban a escasear, así como el suministro de flechas de Kanon, así que tomaron la determinación de separarse. El recién llegado, John Elton, junto con el tiflin, decidieron salir a la superficie para reabastecer al grupo, mientras que el resto avanzaba. No había tiempo que perder. De algún modo todos ellos podían notar que la oscuridad se hacía más fuerte a cada día, a cada hora, a cada minuto que pasaba. Una sensación de urgencia les impelía a continuar, así que se pusieron en marcha con renovada resolución.

La oscuridad de las estancias, sólo mantenidas a raya por el sencillo conjuro de luz de Earsel, parecía ir en cualquier caso disipándose poco a poco a medida que descendían por la escalera. El aire también parecía hacerse mas denso y cálido al mismo tiempo que se hacía patente que la estancia que esperaba al final de la escalinata estaba iluminada. Todos estuvieron de acuerdo en acercarse con discreción y apagaron su propia luz. Vislumbraron una cámara bastante grande con una abertura en el suelo en el centro (probablemente un pozo) y junto a el un par de criaturas humanoides, como parcialmente hechas de sombras, o fundidas con ellas. Recordaron a los cultistas a los que hicieron frente en el sótano de la trastienda de Bairwin, y éstos debían sin duda ser como ellos.

Al acercarse más al final de la escalera, uno de ellos grito en voz alta, con un extraño efecto amortiguado:

- !La sombra busca la sombra!

Pillados por sorpresa, cayeron en la cuenta en un documento que encontraron en la cabaña de Ninaran que contenía una contraseña para ganar acceso al segundo nivel de la fortaleza. Lilith lo trajo a su mente y sin más dilación dijo:

- En el suelo, algo mágico ha sido hallado

Pronto quedo claro que no era la respuesta que los guardias esperaban cuando uno de ellos gritó:

- !Que alguien informe a Khalarel que han liquidado a Ninaran!

En apenas el trascurso de un par de latidos de corazón la estancia comenzó a cobrar vida. El padre Andrew apenas tuvo tiempo de hechar un vistazo general a su alrededor para identificar las amenazas antes de que todo se pusiera en marcha. Además de los dos segadores ciegos (como tendrían a bien llamar a los cultistas sirvientes de Shar debido a las enormes guadañas que portaban), pudo ver a un par de hobgoblins al fondo de la sala además de otro en la pared este, y más allá pasillo adelante a una enorme araña del tamaño de un caballo que afortunadamente estaba encerrada en lo que parecía una sólida jaula.

La voz de alarma del segador surtió el efecto deseado, y 2 hobgoblins y otros dos segadores aparecieron por un pasillo lateral prestos a unirse a la refriega que estaba por comenzar. 2 de los goblinoides salieron corriendo hacia la jaula del arácnido mientras los demás tomaban posiciones para impedir el avance de los aventureros.

La maga elfa concentró su poder interior conjurando a su querida esfera de fuego, Fluffy, tal y como todos la conocían ya de forma cariñosa. La situó tras los dos segadores, justo a la altura del pozo, con la intención de atacarlos con ella más adelante. Kanon y Lilith se lanzaron a la carga pretendiendo empujar a los guardias hacia el pozo con suerte desigual. El semielfo apenas consiguió desplazar unos centímetros a su oponente mientras que la señora de la guerra se las apañó para tumbar al suyo, aunque no consiguió arrojarlo al vacío. Andrew intenta dañar a uno de ellos, pero fallando por centímetros.

El resto de los enemigos comenzó a tomar posiciones para rodearlos, al mismo tiempo que los dos Hobgoblins que habían ido corriendo hacia la jaula de la araña empezaban a manipular los sólidos cierres de la misma.

Éstos primos más grandes de los goblins ataviados con sencillas armaduras de cuero, demostraron no ser rivales para nuestros héroes. El primero de ellos cayó con un certero contraataque de Kanon al intentar atacarle. Un segundo Hobgoblin falló el ataque lanzado contra la eladrin, y otros dos cayeron bajo frío intenso de los rayos de hielo de Earsel.

Lilith tomó la iniciativa, y con un ataque táctico de "Manada de Lobos", golpeó a su enemigo caído, mientras hacía espacio a su compañero explorador para que pudiera volver a aprestar su arco. Aprovechando esa oportunidad, el semielfo se adelantó esquivando el envite de uno de los segadores, y tras poner dos flechas en la cuerda de su arco, enterró cada una de ellas en la espalda de cada uno de los goblinoides que trataban de liberar a la araña.

Los dos segadores que no estaban trabados en el cuerpo a cuerpo se dirigieron hacia la jaula para continuar lo que no pudieron terminar los hobgoblins, entretanto los dos restantes asestaban golpes a diestro y siniestro a Lilith, dando como resultado que la señora de la guerra quedase inmobilizada por el extraño poder de la sombra. Andrew y Earsel dejan malherido a uno de los devotos de Shar que acosan a Lilith con un ataque combinado de poderes arcanos y divinos, y Kanon vuelve su atención para ayudar también a su compañera.

La lucha se recrudece, y los segadores consiguen liberar a la Araña de su prisión de hierro. Lilith, completamente indefensa, sigue recibiendo castigo por parte de sus oponentes, pero Andrew, tan oportuno como siempre insufla una porción de su poder divino para cerrar sus heridas de la eladrin. Fluffy engulle con sus llamas a uno de los segadores, y Kanon casi consigue acabar con el otro atacante de Lilith.

La araña para sorpresa de todos dio un tremendisimo salto nada más salir de la jaula salvando una distancia de más de 40 pies! Uno de los seguidores de Shar aprovechó la circunstancia de la distracción creada por el brindo de la araña para golpear con dureza a Lilith, solo para ver como sus heridas se cierran con una nueva curación del sacerdote, y después morir calcinado con las llamas de la esfera de fuego de Earsel.

La araña, que realmente aún no había entrado realmente en acción, volvió a saltar para atacar a la eladrin desde el aire, consiguiendo herirla, e inoculando su veneno al mismo tiempo. Aunque la sustancia tóxica había ralentizado sus movimientos, el amuleto de salud la salvó del daño que podía haber causado a sus tejidos. En respuesta, Andrew, Kanon y Lilith atacan a la araña dejandola maltrecha. Earsel en cambio, concentró su poder en Fluffy, la esfera de fuego que tan bien había llegado a dominar, acabando de un plumazo con los últimos vestigios de vida de los dos humanoides de las sombras al engullirlos con sus llamas.

Tras recibir un terrible ataque de la araña, y aprender gracias a los gritos de Lilith que a los artrópodos son más vulnerables por debajo que es donde reside su sistema nervioso central,  Kanon acaba con la criatura de un certero disparo.

El combate había acabado tan rápido como había comenzado, y una extraña quietud se apoderó del lugar.

Era el momento apropiado para ver un poco más a fondo la configuración de las estancias y pasillos a los que habían llegado. Al parecer el pozo de la primera sala debía ser de abastecimiento de los subterráneos, pero una caída hasta donde descansaba el agua casi 30 pies más abajo podía haber sido mortal. Las estancias contiguas parecían contener apenas unos camastros y algunas provisiones que no se atreverían a consumir, lo que hacía suponer que no eran más que las habitaciones de los guardias hobgoblin.

Avanzando hacia el este, entraron pasaron un primer pasillo que se dirigía al sur y que al contrario que el resto de éstas estancias se perdía en la oscuridad, así que decidieron dejarlo por el momento. El siguiente pasillo, también en dirección sur, dejaba entrever al final que se abría a una cámara más grande con una mesa de buen tamaño rodeada de sillas, todas con aspecto robusto, pero maltratadas por el tiempo. Al tratar de acercarse más para ver lo que descansaba encima de la mesa, activaron una placa de presión, y un enorme rastrillo de hierro macizo cayó desde el techo cortando completamente el acceso a esa estancia. Tras una breve búsqueda, y tanteo de la puerta decidieron dejarlo estar al no ver la forma de franquearlo.

Desandando sus pasos, decidieron abrir una pequeña puerta la cara norte del pasillo que iba de oeste a este. Pero no se trataba sino de otra pequeña habitación/almacén maloliente sin nada de interés. Todo el ruido de lucha precedente, así como la trampa que acababan de activar sin embargo no había pasado desapercibida, como pudieron comprobar al dar media vuelta con intención de volver al pasillo principal...

-El Narrador-
domingo, 23 de octubre de 2011
Asombrados ante la visión del sarcófago fuimos entrando en la sala para revisarlo todo con más detalle. Yo iba la última. Cuando me disponía a entrar detecté a lo lejos el sonido inconfundible de pisadas en el suelo de piedra…
¡¡Alguien se acercaba!!
Volví un poco sobre mis pasos y divisé una figura que avanzaba el pasillo hacia nosotros. Se trataba de un semielfo con un aspecto bastante poco guerrero, de talla media pero bastante en forma. Lucía una media melena y un sombrero adornado con una bonita pluma. También llevaba una espada y unos artilugios extraños e irreconocibles para mí. Mas tarde supe que se llamaban abanicos y tenían muchas aplicaciones en su vida diaria, sobre todo en lo referente al cortejo amoroso... o en dar mas efecto a sus actuaciones.
Alerté a mis compañeros sobre el recién llegado y Kanon velozmente saco una flecha de su carcaj para apuntarle y acto seguido, en un tono de clara hostilidad, le preguntó su nombre.
El pintoresco personaje se presentó con numerosas reverencias y florituras con su sombrero emplumado
- Me llamo John Elton Éltenor, ¡Bardo!. Os ofrezco mis servicios para ayudaros en vuestra aventura.-
Desde el primer momento me pareció un personaje de lo más encantador y pese a ser un completo desconocido juraría ante cualquiera que no nos haría el más mínimo daño. El bardo pareció estar especialmente encantado con Andrew… detalle que nunca conseguí entender, dada la naturaleza poco amable del sacerdote.
Astaroth, fiel a su naturaleza discordante, puso en duda la pericia que el bardo pudiese mostrar con la espada, pero John respondió sin asomo de titubeo:
-La espada esta sobrevalorada- dijo. Añadió además que él disponía de otros talentos. Sin embargo, dicha respuesta pareció convencer al Tiflin, que no volvió a cuestionarlo.
Decidimos entonces ver más de cerca el sarcófago, así que nos acercamos y aun cuando se trataba de una sala pequeña, tuvimos tiempo de charlar sobre saladitos medievales y catering del dungeon… (no tengo muy claro a que se referían pero recuerdo haber sentido mucha hambre).
Cuando nos acercamos a la talla del sarcófago, Lilith se percató del notorio realismo con el que se había tallado. Era asombroso, mostraba hasta el más nimio detalle y la figura allí tendida parecía tan real como nosotros mismos.

¿Quién podía ser este personaje? Tuvo que ser importante para ser enterrado con tantos honores… Lilith sospechaba que podía tratarse de Sir Keegan, el enloquecido caballero de quien Valthrum nos habló.
Parece que la historia de Sir Keegan también le era familiar al bardo y entre todos intentamos recabar toda la información posible en los recodos de nuestra memoria. Tan concentrados estábamos en dicha tarea que no nos percatamos de que tiflin que poco a poco se iba acercando al sarcófago hasta el punto de casi tocarlo… Fuimos sorprendidos de pronto con el sonido de una explosión y vimos la tapa se hizo polvo y apareció una figura esquelética, enfundada en una armadura y con un aspecto aterrador.



Dicha figura se giró hacia Astaroth y con una ronca voz le dijo:
-La grieta nunca debe ser abierta. Decidme a que habéis venido o morid.-
-Venimos a cerrar la grieta y librar el mal que asola esta tierra- Consiguió responder Astaroth tras un largo silencio.
La figura se giró hacia John y le preguntó si estaba dispuesto a confirmar que las palabras de Astaroth eran ciertas. El bardo haciendo alarde de su ingenio respondió al hierático esqueleto hablando en verso sobre nuestro honor. Pareció convencerle, ya que de nuevo se giró, esta vez hacia Lilith
-¿Eres tan fuerte como aparentas?- Sin rastro de temor Lilith le respondió que el rastro de cadáveres hablaba por si solo.
Uno a uno fue cuestionándonos pero especialmente curiosa fue la reacción de Kanon ya que el esqueleto le preguntó que confiase en sus sentidos - ¿Qué ves?- La cara de Kanon se fue perlando de sudor y su expresión de terror fue aumentando hasta el pánico absoluto. Finalmente se movió para apuntar a la terrible aparición con su arco y respondió – Algo que tiene que morir-
La figura, desdeñando la respuesta de Kanon, interpeló de nuevo al bardo, quien aplacó de nuevo la ira del esqueleto. Yo realmente estaba maravillada de lo que este emplumado artista era capaz de conseguir con sólo hablar…pero el encantamiento duró poco ya que llegó el turno del humano… dada la naturaleza impaciente de este ser cualquier cosa podía ocurrir.
-Es evidente que sirves a algún dios ¿A que divinidad sirves y cuán fuerte es tu fe?- El sacerdote ya tenía en su mano su símbolo divino en actitud amenazante y rápidamente respondió:
-Mi dios es Kélemvor, dios de los muertos. ¿Qué ha perturbado tu descanso y que haces aquí?- En aquel momento la tensión se podía cortar con una daga…-No eres el indicado para cuestionar mi presencia aquí, dado que tu fe flaquea últimamente- respondió el ser.
Se volvió hacia mi entonces. En el momento de máxima tensión era mi turno y yo no estaba preparada para lo que me pudiese decir ¡Estaba aterrorizada! Me preguntó si estaba preparada para la magia que rodeaba aquel lugar y creí conveniente no ser orgullosa dadas las intervenciones anteriores…-No tengo mucha experiencia pero sí muchas ganas de avanzar en mi conocimiento de lo arcano- Estaba claro que no era la mejor respuesta pero pareció ser suficiente para él.
-Es el momento de vuestras preguntas-
-¿Quién eres?- Pregunté.
- Soy Sir Keegan. Fui el comandante de la Guarnición de esta Fortaleza del Páramo Sombrío. Tenía a mi cargo mantener el sello de la grieta para que los impíos poderes de Sandraxil no se filtraran nuevamente en este mundo... –
Nos contó que Sandraxil entró en su mente y le obligó a matar a su familia y a media guarnición (alguien soltó algo de guarnición de patatas, con guisantes y cosas así…). Finalmente se terminó convirtiendo en un monstruo asesino y los supervivientes le confinaron en aquella cripta funeraria y sellaron el pasadizo. Él mismo se tumbó a esperar la muerte, una vez recuperada su cordura, atormentado por todo lo que había hecho.
-¿Qué impide tu descanso eterno?- Preguntó Lilith. -Sandraxil me otorgó la vida eterna.
-¿Cómo sabemos que no estas agradecido por ello?- Estáis vivos-
Varias preguntas se sucedieron y finalmente quedamos convencidos de las buenas intenciones del torturado ser, incluido Andrew.
Dado que Sir Keegan no podía salir de la cripta, decidió que su espada sí podría hacerlo y así ayudarnos en nuestra misión. Tendió la espada a Lilith con gran solemnidad y le contó que se llamaba Aecris.



La eladrin tomó en sus manos la espada y sólo pudo balbucear algo como “eshpadaa guayy” con ojos vidriosos…
Mientras los demás no perdieron el tiempo en cambiarle el nombre a la espada por “Aecrisna” y en ese momento vimos apariciones de hombres sin pelo, vestidos de naranja y con caras de ridícula felicidad… El momento fue breve pero seguro que Sir Keegan llegó a preguntarse a quien cedía su maravillosa espada.
Kanon, visiblemente decepcionado le preguntó si no tenía nada más que regalar lo que provocó una expresión de infinito desprecio en el esqueleto (increíble teniendo en cuenta la expresividad que se puede lograr con una calavera)-Ya os he dado mi bien más preciado-
Lilith, mientras tanto, saltaba por toda la sala canturreando una y otra vez “tengo una espada guay”
Finalmente, Sir Keegan se tendió de nuevo en lo que quedaba de su tumba, la cual se reconstruyó como si no hubiera estallado nunca. Antes de irse nos había dado una última indicación: -En las profundidades hay un altar impío y allí es donde se encuentra la grieta- El final de nuestro camino parecía estar un poco más cerca

Decidimos volver hacia las escaleras de bajada, pasando de nuevo por los terroríficos símbolos rúnicos. Cuando nos encontrábamos cerca de las escaleras, Andrew nos llamó a todos. Había escuchado unos gemidos lastimeros que provenían del otro lado de una pared y allí acudimos a indagar.
El sacerdote notó también algo en la pared aunque no consiguió definir de qué se trataba así que Astaroth, definido por el mismo como “chico para todo”, intentó abrir la supuesta puerta oculta.
Lo que al principio se anunció como sencillo no lo fue tanto a juzgar por la visible cara de esfuerzo de Astaroth y por el tiempo invertido en la tarea. Finalmente el mecanismo cedió y una puerta de piedra se abrió para dejar paso a un pequeño pasillo que llevaba a… ninguna parte. Tras tanta espera resultó ser un simple espacio pequeño y vacío que nos dejó con una decepción pintada en el rostro. El bardo se acercó igualmente al fondo del pequeño pasillo y decidido, levantó la mano para tocar la pared que parecía brillar tenuemente. En ese instante un brazo salió de la pared para sacudir al bardo arrancándole un alarido que me heló la sangre. Kanon se encontraba ya al lado de John Elton y recibió otro ataque similar, pero consiguió evitar el impacto. No salía de mi asombro. ¡Brazos que salían de la pared!
Todo el grupo se preparó instintivamente para la batalla y comenzamos a actuar: Andrew tiró una piedra que atravesó limpiamente la pared y Kanon, viendo lo ocurrido, decidió atravesarla desapareciendo de nuestra vista. Oímos su espada desenvainarse y sonidos de lucha pero luego llegó un silencio tras el cual Kanon gritó: -¡ME HE CARGADO A UNO!¡PERO HAY MUCHOOOS!-
Dada la pericia demostrada habitualmente por el semielfo al inicio de la batalla, me incliné a pensar que en caso de matar a alguien, habría sido de un gran susto. Segundos después una pútrida cabeza atravesó la pared. Gesto que yo interpreté como un intento de demostrar su eficacia y que no funcionó. Me acerqué a la pared y, confiando en no atrapar a Kanon en medio del conjuro, llené de llamas el otro lado de la pared donde yo me encontraba. Los gruñidos que oí al otro lado me hicieron saber que había dado en el blanco. Astaroth también desapareció al otro lado de la pared y luego ¡más lucha!. Se volvió a oír otro grito de Kanon - ¡LE HE VUELTO A DAR! ¿Sería verdad? Tendría que peguntarle a Astaroth si todos sobrevivíamos.
Los demás fueron atravesando la pared uno a uno y de pronto me percaté de que de nuevo todos mis compañeros me habían dejado atrás...

-¡MALDITA BESHABA!¡ME HE VUELTO A QUEDAR SOLA!-

Entre los sonidos de lucha conseguí distinguir la voz de Andrew elevándose con una plegaria, que fue seguida de varios gruñidos y un intenso olor a quemado y putrefacción.
Finalmente me decidí a atravesar la pared y me encontré con todo el grupo mirando hacia un no-muerto pegado al fondo de la pequeña sala donde nos encontrábamos. Parecía no poder moverse aunque se debatía entre gruñidos dañado por una especie de luz que le quemaba. Aquel derroche de brillante divinidad llevaba la marca de Andrew sin ninguna duda. Decidí darle fin a todo aquello lanzándole dos rayos de hielo, uno detrás de otro. El primero dejó totalmente congelado al asqueroso ser. El segundo rayo terminó de congelarlo hasta el punto de romperse en pedazos. Supuse que me había excedido un poco, pero sin duda fue efectivo.
La sala escondida resultó ser una pequeña armería con espadas, armaduras y otros utensilios de guerra a ambos lados, todos con signos de llevar demasiado tiempo allí. No fueron de gran utilidad para mis compañeros.
A Lilith le llamó la atención una armadura en particular, llena de herrumbre y nada atractiva. Cuando ya estaba cerca una voz comenzó a resonar en la sala desde ningún lugar en particular planteando un acertijo.



Todos comenzamos a mirarnos unos a otros sin saber que responder.
Kanon, que no había escuchado más que las ultimas palabras se atrevió a responder:
- ¡HEY! Eso lo he oído yo en alguna parte... puede que de algún titiritero... Es... ¿el honor?-


Ninguna voz respondió, pero la armadura comenzó a refulgir, su herrumbre comenzó a caer dejando a la vista una armadura de escamas negras realmente hermosa. De nuevo Lilith parecía la más indicada para portar tan lujosa adquisición. Mientras la eladrin estudiaba si la armadura le sería de utilidad comenzamos a discutir nuestro siguiente paso...